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MOTIVOS DE VIDA EXISTENCIAL




1 Autor: Claudia patricia Rodríguez Galindo. Psicóloga. Escritora e Investigadora de proyectos de salud Mental y Físicos


 1 Claudia Patricia Rodríguez Galindo. Psicóloga de la Corporación Universitaria Minuto de Dios en el año 2019, con un Diplomado Exigibilidad del derecho a la paz y una vida libre de violencias en los escenarios de construcción de la paz territorial en el marco de post acuerdo, en el instituto interamericano de derechos humanos en convenio con la corporación centro de promoción y cultura en el año 2019, Diplomatura en Gestión social y comunitaria en el centro psicosocial Argentina en el año 2020



Resumen

Se plasma un análisis desde el razonamiento filosófico, teórico y metodológico, para considera al ser humano consistente en sus experiencias en el aquí y ahora; Sin embargo, esta premisa fundamental tiende a disolverse por completo cuando encaramos alguna experiencia conceptualizada como "trastorno mental" o cuando enfrentamos cualquier tipo de sufrimiento emocional intenso. En estos casos, la perspectiva que ocupa el lugar dominante es la visión que se sustenta en los discursos de la generalidad, de la clasificación y de la deficiencia o enfermedad. Palabras Clave Razonamientos filosóficos, experiencia, trastorno mental, sufrimiento emocional intenso, enfermedad.

ABSTRACT

An analysis is reflected from the philosophical, theoretical and methodological reasoning, to consider the human being consistent in his experiences in the here and now; However, this fundamental premise tends to dissolve completely when we face some experience conceptualized as "mental disorder" or when we face any type of intense emotional suffering. In these cases, the perspective that occupies the dominant place is the vision that is based on the discourses of generality, classification and deficiency or disease.


SÖREN KIERKEGAARD


Nació en el año 1813 y murió en 1855 en el momento que tenía 42 años, luego de desmayarse en la calle por agotamiento. Su nacimiento tiene lugar en el último año de vida de Fichte y en la época en la que surgió la lógica de Hegel (1812-1816) y en la que schelling, después de la publicación de su tratado de libertad (1809),se aisló en silencio más de cuarenta años, el nació seis años antes de la aparición de la obra principal de Schopenhauer; el mundo como voluntad y representación (1819),la cual es cercana a él en puntos esenciales; y equitativo cinco años antes que Karl Marx . Murió cuando Nietzsche, quien apenas alcanzó a llegar al siglo XX, tenía once años. Un libro muy conocido de Karl Löwith, todavía muy valioso de leer, tiene por título: De Hegel a Nietzsche. La quiebra revolucionaria en el pensamiento del siglo XIX. Marx y Kierkegaard (1941). De hecho, a excepción de Marx, nadie marca de una manera tan clara como Kierkegaard el rompimiento en el pensamiento del siglo XIX, el cual comenzó con el intento de Hegel de un acabamiento de la metafísica occidental y terminó con la interpretación de Nietzsche de la metafísica como nihilismo.

EL ENFOQUE EXISTENCIAL

El enfoque Existencial se interesa por la verdad del ser humano. Nada es real hasta que el cliente lo ha vivido, inmediatez de su experiencia (Lebl, 2004).Es sobre todo en la obra de Martin Buber, donde se funda la Psicología Humanista, este autor destaca que en la relación yo-tu en tanto “encuentro” es donde se constituye la persona libre. Ante el ser propio aparece el “yo soy así” cerrado y dogmático, ante yo-tu aparece “el yo soy...” abierto a la posibilidad (Sánchez, 1998)

LA DISERTACIÓN DE LA FILOSOFÍA Y DE LA HISTORIA DE LAS IDEAS ES NECESARIA PARA ENTENDER, EN TODA SUS MAGNITUD, DE LA NATURALEZA Y PRETENSIONES TANTO DE TERAPIA EXISTENCIAL COMO DE RESTO DE ENFOQUES TERAPÉUTICOS QUE COMPARTEN CON LA PRIMERA LA CONCEPCIÓN DEL SER HUMANO.

HISTORIA DE LA TERAPIA EXISTENCIAL

Terapia como las encuadradas dentro de este tanto esta movimiento toman la perspectiva de la fenomenología y el existencialismo. Esta inspiración filosófica no sirve tanto para desarrollar teorías o modelos del funcionamiento psicológico como para plantear las cuestiones acerca de la naturaleza del ser humano y de las condiciones de la existencia. Naturaleza y condiciones que tienen que ver con la ansiedad, la tristeza, la soledad, la desesperación, la libertad, la alienación y, en definitiva, con el sentido de la vida.






La inmersión de las teorías psicológicas y psicoterapias incluidas dentro de lo que se ha dado en llamar tercera fuerza de la psicología se origina en los años 60 del siglo pasado, alborotadores y convulsos en la que nuevos valores comienzan a surgir. En Estados Unidos se produce un movimiento antibelicista e incesantes protestas contra la guerra de Vietnam, la figura de (Martin Luther King, 1929 – 1968) conduce al movimiento a favor de los Derechos Civiles, el movimiento hippie se hostiga contra los valores tradicionales de los ascendientes y de la nación. En una sociedad cambiante como la relativa, muchos reflexionaron que el conocimiento de las personas proporcionado por el psicoanálisis y el conductismos era fragmentario y distorsionado concluyendo que lo que se necesitaba era una visión de psicología que no destacaba ni le importaba la mente y el cuerpo, sino la importancia del espiritad humano.







Los Modelos congregado bajo el epígrafe´´ Humanístico- existencial´´ Nacen como alternativa del psicoanálisis y el conductismo y por ello se designa a este movimiento tercera fuerza de la psicología. Se considera que estas otras dos fuerzas descuidan en gran medida los atributos humanos y marcan que se carece de la información que pudiera orientar a las personas convalécete a estar más sano, por ejemplo, el alcanzar su mayor potencial.

Algunos psicólogos apropiables a este movimiento se muestran críticos contra el psicoanálisis pues lo consideran mecanicismo, impersonal, formalista, jerárquico y elitista, y contra el conductismo que defienden como excesivamente cientificismo, frió y distante. Este movimiento es en gran medida una reacción contra la adopción en la psicología clínica del método científico, frió o distante.

• Los psicólogos pertenecientes a este movimiento se muestran críticos contra el Doctor Sigmund Freud psicoanálisis pues lo consideran mecanicista, impersonal, formalista, jerárquico y elitista, y contra el (Skinner conductismo que definen como excesivamente cientifista, frío y distante

• Este movimiento es una crítica contra la adopción en la psicología clínica del método científico experimental, visto como deshumanizante y despersonalizado ofreciendo como alternativa una nueva visión del hombre aspirante a la autoridad plena  

Este movimiento contrasta con la mayoría de otros tipos de psicología porque al contrario que éstos no asume el determinismo a la hora de explicar la conducta humana. Más bien, como veremos con detenimiento más adelante, supone que las personas son libres para elegir su propia clase de existencia. En lugar de atribuir las causas de la conducta a los estímulos, a la genética o a las experiencias tempranas, los psicólogos que adoptan este marco consideran que la causa más importante de la conducta es la realidad subjetiva.

• Algunos autores presentan los modelos humanísticos junto con los existenciales (4,5), otros (6) consideran que son modelos que debieran ir separados ya que su fundamentación es diferente, distinguiendo entre fenomenológicos y existenciales (Gestalt, análisis transaccional, terapia existencial, logoterapia) y humanistas (psicoterapia centrada en la persona y experienciales) (7).

• Pero debido a que el límite entre unos y otros no es claro y a que comparten una serie de principios básicos con relación a su concepción del hombre y de cara a la intervención terapéutica, en la mayoría de los textos se agrupan ambas orientaciones sin hacer distinciones.

• En 1961, principalmente gracias a los esfuerzos de Abraham Maslow, dos hechos marcan el nacimiento de la psicología humanista: la constitución de la American Association of Humanistic Psychology (AAHP) y la publicación del Journal of Humanistic Psychology. Un año después, J. Bugental presenta el primer manifiesto humanista en la coferencia de la APA. En los años sesenta el movimiento de la psicología humanista creció de forma notable y fue aceptada como división 32 dentro de la APA. • figura 1 Desarrollo y línea de influencia del existencialismo y la fenomenología Este









Breve introducción a las Terapias Existenciales

Se ha dicho en el apartado anterior que Sartre es la figura intelectual que termina por apuntalar las distintas ideas y valores propuestos en la filosofía existencial. Si pensamos cronológica y causalmente este hecho, es posible afirmar, de forma apresurada, que la psicoterapia existencial comienza una vez que este filósofo expone sus aportes y visión ideológica. No obstante, los orígenes de la posterior y convenientemente llamada Psicoterapia Existencial emergen de forma paralela a los planteamientos de los distintos filósofos existenciales que surgieron en dicha época y movimiento. Llamamos conveniente a este rotulado ya que, como se observará en este capítulo, son variados los abordajes dentro de la psicología existencial; cada uno de ellos lleva distintos nombres, tiene diferentes influencias, aunque todos poseen un criterio epistemológico en común que los aúna: parten desde la subjetividad y abordan experiencias propias de la existencia de los seres humanos (Cooper, 2003; Sarte, 2014).

Los primeros atisbos de este enfoque psicoterapéutico se remontan a las lecturas e invitaciones metodológicas confeccionadas por el psiquiatra suizo Ludwig Binswanger. Binswanger funda en los primeros años de la década del 1930 lo que él llama Daseinsanalyse o Fenomenología Antropológica —también llamado Análisis Existencial— (Acosta, 2009; Cohn, 1997; Cooper, 2003; May, 1958; van Deurzen, 2009), una aproximación terapéutica que tenía por objetivo tomar los planteamientos esbozados por Heidegger en Ser y Tiempo y llevarlos a la práctica clínica con pacientes.

CUÁL ES LA META DE LA TERAPIA?


La meta de esta terapia, tal como la plantea este autor, era ayudar a los consultantes a abrir su mundo, o sea, a la capacidad de las personas para expandir sus posibilidades de ser en determinadas situaciones o momentos vitales. Su intento principal era, según Cooper (2003), “describir la naturaleza de la psicopatología humana en términos de la forma del ser sufriente en-el-mundo” (p. 35, trad. propia). Este deseo de concretizar los planteamientos de Heidegger responde, según Acosta (2009), a la carencia en el abordaje médico/psiquiátrico de un sistema metodológico que permitiera a las ciencias depurar en su mayor posibilidad los fenómenos patológicos que se manifestaban mentalmente. Binswanger, formado inicialmente por su amigo y maestro Sigmund Freud, comienza a rechazar las teorías psicoanalíticas que funcionaban como soporte teórico y metodológico de los hallazgos mentales que aparecían en la psiquiatría de dicha época, en pos de traer a la facticidad el sistema heideggeriano. Sobre Freud, Binswanger aduce un error irrevocable para su modelo clínico, y este es que el psicoanálisis, al esforzarse por desarrollar un estudio aislado del ser humano, separa al ser de su contexto vital, que es el mundo (Cooper, 2003).

Aparte de las ideas que Binswanger toma desde Ser y Tiempo para dar cuerpo y estructura a su enfoque, rescata además reflexiones y estipulaciones procedentes de Edmund Husserl y de Martin Buber, filósofo contemporáneo a los demás ya mencionados, también responsable implícitamente, si se quiere, del surgimiento del existencialismo.


La filosofía de Buber, en resumidas palabras, dio énfasis a la dimensión relacional e interpersonal de la comunicación humana, tomando Binswanger este aporte en su teoría. Sin embargo, y a pesar de los intentos del psiquiatra por llevar adelante los postulados del filósofo alemán, es el mismo Heidegger el que rechazará después la traslación teórica realizada por este, tildándola de individualista y subjetivista (Cooper, 2003; van Deurzen, 2009). Al mismo tiempo que la propuesta de Binswanger era revisada, fue uno de sus discípulos, el psiquiatra Medard Boss, quien se encargó de reformular y continuar asertivamente las ideas provenientes de Ser y Tiempo y de su maestro, bajo la tutela del mismísimo Heidegger (Cohn, 1997; Cooper, 2003). La amistad y colaboración surgida con Boss le permitió transcribir y editar más tarde la afamada obra Seminarios de Zollikon, texto que se componía básicamente de sus apuntes tomados en una serie de charlas impartidas por Heidegger hacia psiquiatras y médicos suizos (Cohn, 1997; Cooper, 2004). Estos apuntes se transformaron en piezas fundamentales para entender de forma coloquial y práctica las ideas de Ser y Tiempo. Cooper (2003) menciona además que fue igualmente Heidegger el que empujó a Boss a inaugurar la primera institución de entrenamiento en Daseinsanalyse: el Daseinanalytic Institute for Psychotherapy and Psychosomatic Medicine, en Zurich, junto con incentivarlo a crear la Federación Internacional de Daseinanalysis, la cual es, según van Deurzen (2009), “la más larga organización de psicoterapia de esta orientación” (p. 200, trad. propia). Años después del surgimiento del Daseinsanalyse (Análisis Existencial), específicamente en la década del 1940, Viktor Frankl, psiquiatra austríaco-judío que también poseía entrenamiento terapéutico en el psicoanálisis, desarrolló a partir de sus experiencias en un campo de concentración nazi —en donde estuvo al borde de su muerte— lo que él llamó la Logoterapia. Este enfoque, igualmente existencial, trabaja principalmente con el logos, palabra griega que Frankl tradujo como significado/sentido (van Deurzen, 2009).


Según van Deurzen (2009), “Frankl argumentaba que el sentido es el ingrediente esencial para vivir una vida que valga la pena ser vivida” (p. 206, trad. propia). Su noción de sentido tiene relación directa con el concepto de proyecto y a su vez con el de significado. Frankl (2004) se toma de un aforismo de Nietzsche para expresar magistralmente la idea de que el sentido es la construcción principal para el futuro y desenvolvimiento de los seres humanos que habitan el mundo: “Quien tiene un porqué para vivir puede soportar casi cualquier cómo” (p. 81). Este porqué vendría siendo para Frankl el sentido (logos), pues en cuanto significado y proyecto el sentido otorga un futuro inteligible, confiriendo un marco de creencias e ideas que permite a los individuos comprender y aproximarse a su porvenir con estabilidad y seguridad. La frase recientemente mencionada hace alusión directa a la experiencia de Frankl en el campo de concentración nazi, a la posibilidad que las personas tienen, y que él mismo pudo comprobar, de concebir una meta y vivir por ella. Ante estas conclusiones aducidas empíricamente, Frankl comienza a distanciarse del psicoanálisis y del determinismo pulsional que lo condenaba a ser una víctima de su propio pasado. Con el concepto de sentido (logos), Frankl rescata también la libertad que conlleva el poder significar (logos) nuevamente la propia vida; rescata la libertad como posibilidad de refundación de la subjetividad de las personas (van Deurzen, 2009). Debido a lo que llama este autor como Voluntad de Sentido (Frankl, 2004), el ser humano tiene, por así decirlo, siempre una segunda oportunidad para el cambio, para direccionar su proyecto vital por muy conformado que este esté. La idea de voluntad se apoya también, al igual que los planteamientos de Boss y Binswanger, en el método fenomenológico, en la medida que la epojé implica en su suspensión una posibilidad de pensarse, al modo de Sartre, desde un vacío que todo lo puede. Para Frankl, el significado (logos) se encuentra en el mundo (Cooper, 2003). Esto quiere decir que el ser humano, en una actitud exploradora, descubre los significados en su entorno, primeramente, y decide luego si hacerlos parte de sí; decide si ese significado es el que necesita para comprender el mundo. Esto abre más tarde una discusión epistemológica en relación a cómo el ser se constituye en cuanto a significado, pues existen algunos pensadores que creen que, más que descubrir el significado en el mundo como quien levanta una roca y se encuentra materialmente con el sentido, el significado es un proceso entramado intersubjetivamente, de co-construcción relacional: para Frankl, los significados que ya existían en el mundo, con anterioridad al advenimiento de cualquier ser humano, tienen vital importancia en la sobrevivencia de una emergente subjetividad. A pesar de esta discusión, Frankl menciona tres formas de descubrir el significado. Según la recopilación hecha por van Deurzen (2009) y también según las propias palabras de Frankl (2004), el sentido se descubre: i) a través de la acción y la creatividad de lo que damos al mundo y la propia existencia (el arte o la ocupación, por ejemplo); ii) a través de la aceptación amorosa de lo dado por el mundo y la existencia (la belleza de la naturaleza o de las relaciones humanas); y iii) por el sufrimiento, en la medida que existen condiciones vitales no modificables y que desde allí el ser humano puede encontrar aquello por lo que luchar. La visión de Frankl sobre el descubrimiento de sentido ha sido también tildada de determinista y religiosa (van Deurzen, 2009). En sus teorías, el sentido ya está en el mundo como algo definido e inmodificable, y el ser humano debe contentarse con eso que ya fue dado. Cuando se le pregunta al expsiconalista cómo fue dado aquel sentido, este responde —desde un fundamentalismo públicamente expresado— con el concepto de Dios. El autor contesta ante las críticas deterministas usando la noción de paradoja, tan presente —en muchos casos de forma implícita— en los estudios religiosos: los individuos viven en tensión entre su propia libertad de acción y las condiciones del mundo que los preceden existencialmente (Frankl, 2004). Así como Frankl habla en su obra acerca del sentido, igualmente aborda la problemática de la pérdida de sentido o, como él lo nombra, el vacío existencial. Sobre esto, explica que el fenómeno del vacío es propio de la modernidad y que tiene relación directa con la pérdida de las tradiciones que llenaban de significado la vida de las personas impositivamente. El concepto de vacío existencial o sinsentido —que será abordado con más amplitud en la próxima subsección de este texto— se toma también aquí en sus acepciones de proyecto y significado, en tanto implica una vida sin dirección ni valores (Frankl, 2004). Un par de décadas después, e influenciado por la lectura de filósofos griegos y existencialistas, Rollo May, psicólogo estadounidense, comenzará a desarrollar lo que sería la escuela estadounidense (o americana) de psicología existencial (Cooper, 2003). La importancia de este psicólogo en el surgimiento de la psicoterapia existencial tiene relación con dos razones principalmente, siendo la primera el diálogo que May intencionó entre el existencialismo filosófico europeo y el enfoque que en ese momento surgía en Estados Unidos, y que representaba una suerte de homologación a los pensamientos existencialistas del Viejo Continente: la psicología humanista, perspectiva que tuvo mucha relevancia en el desarrollo de la contracultura estadounidense dada en el período de Guerra Fría en el mencionado país (Burston, 2003; Cooper, 2003). Rollo May cumplió un papel importante pues intentó con gran éxito integrar los postulados mayormente vitalistas de la psicología humanista. Más tarde este enfoque tomaría el nombre de psicoterapia humanista-existencial (Cooper, 2003; Schneider & Krug, 2010), y complementaría las prácticas clínicas provenientes del humanismo con el análisis de los distintos fenómenos de la existencia que ya han sido parcialmente descritos en este documento. Los mayores representantes de esta perspectiva, que a veces es considerada como una rama del humanismo psicológico, son James Bugental y Kirk Schneider (Cooper, 2003; van Deurzen, 2009). En la década de los ochenta, y alejándose de la visión humanista que había adoptado la psicoterapia humanista-existencial, Irvin Yalom, psiquiatra con formación psicoanalítica y con prácticas más cercanas al modelo médico y cognitivo-conductual, desarrolla un amplio y sistemático análisis de los fenómenos existenciales que se pueden encontrar en la práctica clínica de la psicoterapia (van Deurzen, 2009). Como es posible observar en la ópera prima de Yalom, Psicoterapia Existencial (1984), y según lo expuesto por van Deurzen (2009), este autor reconoce cuatro preocupaciones existenciales relacionadas directamente con las condiciones que son inherentes o dadas (givens) —como él afirma— por la existencia. Estas preocupaciones son la muerte, la libertad, el aislamiento y la carencia de un sentido vital. Si bien este intento de profundizar en los fenómenos de la existencia es ampliamente valorable (y consultado) el modelo de Yalom es fuertemente criticado por sus lógicas psicoanalíticas, cayendo en un causalismo, unilatelaridad y patologicismo en su abordaje terapéutico: da per se un carácter problemático - al estilo psicoanalítico- a las ya dichas preocupaciones existenciales. Finalmente, y regresando a la labor psicoterapéutica que aún se desarrollaba en Europa, sincrónicamente a los postulados de Yalom, Emmy van Deurzen fundaba el primer curso de entrenamiento con bases existenciales del Reino Unido, estableciendo un primer hito para la Escuela Británica de Análisis Existencial (Cooper, 2003). Esta escuela, que es llamada británica más por su lugar de surgimiento que por la nacionalidad de sus principales exponentes —van Deurzen es neerlandesa, Cohn alemán, Spinelli italiano y Cooper inglés—, retoma los planteamientos esbozados por distintos filósofos, siendo Kierkegaard, Husserl, Heidegger, Sartre y Buber las mayores influencias para sus propuestas clínicas. Aun así, tanto Cooper (2003) como van Deurzen (2009) mencionan que la escuela se encuentra dividida por los diversos énfasis que cada uno de sus practicantes da a los mencionados filósofos, aun estando aunado bajo un modelo fenomenológico-existencial. Van Deurzen, por un lado, en su apuesta por abordar no la patología o el sufrimiento sino los “desafíos del día a día” (Cooper, 2003, p. 109, trad. propia), retoma el espíritu kierkegaardiano de los dilemas, contradicciones y paradojas, mezclándolo con la aproximación que Heidegger hace con respecto al ser y su estancia en el mundo (Cooper, 2003). Por otro lado, Ernesto Spinelli recoge particularmente las influencias relacionales y corporales entregadas por Buber y Merlau-Ponty, “cuestionando abiertamente la aplicabilidad de las ideas de Heidegger en el espacio terapéutico” (Cooper, 2003, p. 108, trad. propia). Su enfoque se aleja entonces del Daseinanalysis y adopta las premisas expresadas por Husserl, haciendo gran hincapié en su idea de suspensión a través de la epojé (Cooper, 2003; van Deurzen, 2009). Spinelli además es uno de los primeros en realizar aproximaciones al fenómeno de la adicción, dependencia y consumo problemático de sustancias, mas con ausencia de registros sistematizados (Cooper, 2003). Finalmente, Hans Cohn, con una línea más cercana al psicoanálisis, reflexiona sobre el trabajo de Binswanger y Boss, e interpretando fielmente Seminarios de Zollikon, propone una forma de aproximarse a los pacientes desde una mirada que mezcla filosofía heideggeriana, algo de psicoanálisis y una visión más médica para sus tratamientos (Cohn, 1997; van Deurzen, 2009). Cabe destacar, antes de cerrar este apartado, al psicólogo inglés Mick Cooper, quien ha sido una de las pocas figuras dentro de esta corriente que ha intentado ordenar de forma organizada y a través de un relato más histórico y comparativo, las distintas subcorrientes que constituyen el enfoque existencialista de psicoterapia. Cooper ha colaborado incluso con la Asociación Latinoamericana de Psicoterapia Existencial (ALPE), investigando en conjunto las distintas instituciones de psicoterapia existencial que se encuentran esparcidas en los países de habla hispana en América, adjudicando a cada territorio las influencias psicoterapéuticas y filosóficas existenciales de cada nación latinoamericana (Correia et al., 2014). Este estudio marca no solo un primer sondaje de lo que actualmente sucede en Latinoamérica con respecto a la psicoterapia existencial, sino también un coto de trabajo cooperativo entre distintas escuelas. En cuanto al desarrollo local de esta psicoterapia, la ALPE es una de las primeras organizaciones en territorializar los planteamientos existencialistas. Fue fundada por Pablo Rispo y Susana Signorelli, quienes, en un primer momento mientras mantuvieron una sociedad conyugal, se dedicaron a levantar distintas instituciones que tenían por objetivo promover socialmente el enfoque existencialista en la región (Rispo, 2001). La ALPE, hasta hoy en día, lanza la Revista Latinoamericana de Psicología Existencial, publicación en la que el estudio de Cooper fue divulgado. El aporte realizado por Rispo y Signorelli consistió en desarrollar una revisión latinoamericana de lo propuesto por el Daseinanalysis. En este aspecto, sus ideas están directamente influenciadas por Binswager, Boss y Heidegger (Rispo, 2001). En este mismo territorio podemos encontrar en Chile, en México y en Colombia a distintos exponentes que han intentado aportar a este motivo, desarrollando aproximaciones claramente existenciales. Solo por nombrar alguno de ellos, en México es posible encontrar a Yaqui Martínez, también miembro de la ALPE, quien desarrolla un abordaje que integra terapia existencial y enfoque gestáltico; en Colombia está Alberto de Castro, con una terapia existencial que incluye tintes del enfoque humanista-experiencial; y en Chile, finalmente, se encuentra Gabriel Traverso y Michelle Croquevielle, quienes han asumido parte de los planteamientos de la logoterapia (llamada también análisis existencial), al alero de uno de los discípulos de Viktor Frankl, el austriaco Alfried Längle. El aporte de Alfried Längle en este panorama de terapias existenciales es significativo, ya que ha reflexionado sobre abordajes en adicciones. Längle ha dedicado su obra a ordenar y complementar gran parte de los planteamientos que pueden ser revisados en las obras de Frankl (Croqueveille, 2009; Längle, 1992 1998a, 1998b, 2003, 2008). Así, y después de toda esta revisión, se ha podido visualizar la historia de la psicoterapia existencial o de las terapias existenciales; de cómo se vio influenciada por la fenomenología y luego por la filosofía existencial y existencialista; de los diálogos directos e indirectos que los psicólogos y filósofos de la época mantuvieron para posibilitar el surgimiento de la misma; y de cómo fue una respuesta ante el mecanicismo propio de la época; de la disidencia, por decirlo así, de los psicoanalistas, quienes apostaron por una mirada más humana, que apuntaba al sentir y no a la taxonomía de un topos imaginario que mucho explicaba, pero que poco vinculaba con la afectividad de sus consultantes. Como señala Spinelli (2006): “El objetivo último de la psicoterapia existencial es ofrecer los significados a la persona para ser examinados, confrontados, clarificados y reafirmados en el entendimiento de la vida, en los problemas que encontramos a través de la vida y en los límites impuestos sobre las posibilidades inherentes del ser-en-el-mundo” (p. 312, trad. propia). May (1963) también apuntaba a algo parecido: “No se trata de un sistema de terapia, sino de una actitud hacia la terapia, no de un conjunto de nuevas técnicas, sino de una preocupación por comprender la estructura del ser humano y su experiencia, las cuales deben subyacer en toda técnica. Por ello, tiene sentido decir —siempre que no se interprete mal— que todo psicoterapeuta es existencial en la medida en que resulta un buen terapeuta, o sea, que es capaz de aprehender al paciente en su realidad” (p. 18). Yalom (1984) dirá, por otro lado, que “la psicoterapia existencial es un enfoque dinámico que se concentra en las preocupaciones enraizadas en la existencia del individuo” (p. 15). Estas tres definiciones de psicoterapia existencial constituyen someramente la forma en que actualmente es conocida esta terapia, a veces llamada, “filosófica”.


REFERENCIA


cristina , T.,Jose, G,(2009)Rev.Asoc.Esp.Neuropsiq.(Ed.),psicoterapias humanisticoexistenciales:fundamentos filosoficos y metodologicos. Recuperado http://scielo.isciii.es/pdf/neuropsiq/v29n2/10.pdf


Maria,R.,Blanca,L,(2006)Terapia humanista existencial fenomenológica estudio de caso, Revista Órgano de Difusión Científica del Departamento de Psicología de la Universidad


Católica Boliviana "San Pablo"Y 4(1),90-117.Recuperado https://www.redalyc.org/pdf/4615/461545473005.pdf Jorge, C.,(2020)Fenomenología y terapia existencial .Recuperado file:///C:/Users/OTIC/Downloads/CamusJ.2020FenomenologayTerapiasExistencial es.pd

 
 
 

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